Enseñame a olvidarte

25 06 2011

Federico estaba realmente preocupado. Hacía tres meses que asistía a terapia sin obtener ningún resultado que lo conformara. El motivo de su preocupación era su imposibilidad de dejar de extrañar a su ex novia y lograr superar la separación de la forma en que lo habían logrado todos sus conocidos que habían pasado por una situación semejante.

Federico, de veintisiete años y su ex de veinticinco, habían tenido una relación de tres años que había finalizado un año y medio atrás.

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“Pasan los meses y sigo mal… y eso que hace un año y cuatro meses que no la veo”, decía Fede con cara de preocupación.

Y sí, esa cara de preocupación era justificada, porque el tiempo transcurrido desde la ruptura sin dudas era suficiente como para al menos notar una mejoría. Tal vez esa mejoría que no llegaba podría estar denotando algún tipo de patología, y por eso había decidido comenzar una terapia.

-Y ella encima está perfectamente bien con su nuevo novio –dijo.

-¿Cómo sabés eso? –le pregunté.

-Porque me lo dijo su mejor amiga, que también es mi amiga… y además vi fotos de ellos en su facebook.

-¿Entras al facebook de tu ex novia y hablás con sus amigas?

-Sí… a su facebook entro todos los días… no puedo evitarlo. Y con esta amiga hablo por chat.

La cosa estaba más que clara. Lo que Federico necesitaba no era terapia sino cortarse los dedos.

Después del final no deseado de una relación que para nosotros era importante, como en toda pérdida, hay un período de duelo. En esa etapa primero aparece una negación. Pensamos “no puede ser”. Luego intentamos por todos los medio impedir la “catástrofe” que significaría esa separación. Más tarde, al no lograr nuestro cometido, aparece la depresión y con el tiempo la aceptación, la reorganización de nuestra vida y la recuperación.

El problema que se le presentaba a Federico, como a tantos otros y otras es que la tecnología les juega en contra. Hoy tenemos información sobre nuestras ex parejas con solo oprimir un par de teclas.

Antes era más complicado tener contacto con la amiga de una ex. Hoy la tenemos en el chat y con sólo encender el programa tal vez ella solita nos salude al vernos.

Y ni hablar del facebook, por medio del cual tenemos acceso a todo cuanto ella hace, dice, piensa, come o planea.

La obsesión de “querer saber” hoy mantiene a muchas personas que necesitan hacer un duelo, en la etapa de depresión. Porque siempre aparece en esos contactos por chat, facebook o mail, alguna cosa que los ilusiona…. o los lleva más al fondo de la depresión.

Todas estas acciones mantienen un hilo de contacto con alguien que decidió dejar de ser parte de nuestra vida, impidiéndonos llegar a la etapa de aceptación y superación e impidiéndonos también abrir las puertas de par en par para dar paso a una relación nueva.